Este objeto se utiliza como cualquier calzado corriente, consta de cintas de cuero para sujetarla al pie, la que rodea el tobillo va con una hebilla para ajustarla correctamente. Es necesario un poco de práctica para aprender a caminar con ellos ya que la manera de apoyar el pie es diferente a la normal, así como el movimiento y posición de los tobillos durante su uso, al principio resulta muy incómodo e incluso algo doloroso hasta que el usuario se acostumbra. A esto cabe añadir el peso de las plataformas, que son de madera maciza.
Toda la posición del cuerpo se ve obligada a adaptarse a su uso, para poder mantener el equilibrio sin caerse.
Estos "zapatos" contienen una importante carga ideológica referente al género, al ser el uso de calzado de tacón un atributo principalmente femenino, se trata de otro objeto que , aparte de descorregir, condiciona a la mujer y la obliga a adaptarse de la misma manera que ha tenido que hacerlo a lo largo de la historia.
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